CAPITULO 14

A la mañana siguiente, tras una noche de desmadre, el evento tenía que continuar a unas horas un tanto intempestivas teniendo en cuenta lo bailao. A las 7 de la mañana se servía el desayuno en el salón buffet para reanudar sobre las 9:30 el magnífico espectáculo de lavado de cerebro, y a pesar de que se rogaba puntualidad, algunas y algunos no debieron encontrar a tiempo sus bragas y calzoncillos dado el retraso con que acudieron a la cita.
Mientras esperábamos a que los técnicos terminaran sus ajustes en los equipos de imagen y sonido como comprobación previa al discurso del siguiente matarife de Campsared, ví al “Figura” rodeado de algunos JZ´s (incluído el nuestro) y otros especimenes del mundo gasofístico. Al acercarme fugazmente me percaté que estaba relatando, por enésima vez, algunos de sus “truquitos” que reportaban beneficio a la empresa. Los JZ´s le escuchaban atentamente con el índice y pulgar en la barbilla mientras asentían con la cabeza como diciendo “Este tío vale”. Y el colega, consciente de su minuto de fama, se despachaba a gusto.
El “Figura” afirmaba que gracias a él, en los tanques de combustible siempre había superávit de diesel, pues durante los fríos periodos invernales procuraba que el camión de CLH suministrase la estación a muy temprana hora con preferencia a los pedidos de la competencia, pues en esa franja horaria el combustible almacenado en los depósitos de CLH se mantenía a menor temperatura que en horas diurnas y por lo tanto con el diesel salían más litros con respecto a su peso real por efecto de la densidad del aceite.
Con esta circunstancia y teniendo en cuenta que el contenido de la cisterna del camión se mide por su peso en condiciones ambientales aunque se facture en litros, el “Figura” sacaba la conclusión que de este modo se lograba un excedente gratis a favor de la empresa por el simple hecho de haberse efectuado la descarga en horas muy tempranas y frías. ¡Para mear colonia, señores! (Suponiendo que fuese cierta tal elucubración, el camión raramente venía antes de las 9:00 horas o llegaba incluso más tarde).

Mientras el colega recibía palmaditas en la espalda, enseguida procedieron a guardar silencio porque en breve tomaba su turno de intervención nuestro Delegado Regional, quizá el más Corleone de cuantos DG´s han pasado por Campsared. Un Don con más mili que el Capitán Trueno.
No voy a transcribir su discurso, tan solo resaltar que no perdía ocasión en recalcar los buenos resultados de su delegación en sutil detrimento de las demás con una mal disimulada jactancia.
A continuación, más intervenciones, más discursos, más vídeos y así llegó la hora de la comida y después, como entretenimiento de sobremesa, ¡tachaaan! El show de Iturriaga y sus patéticos monólogos de humor cáustico.
Por supuesto, hubo más actuaciones, más sorpresas y más humor, pero creo que con lo relatado en éste y anterior capítulo ya ha quedado bien reflejado lo que dio de sí aquellas jornadas. Decenas de miles de euros gastados para que te digan:

Quien no coumparta la nova filosofía teundrá que baillarse forçosamente deu tren”.