CAPITULO 4


¡Riiiing, riiiiing! (Suena el teléfono)

-Campsared, buenos días.
-Buenos días “+ + + + + + + +”, ¿Cómo va todo?
-¡Ah, hola JZ! Pues… bien, bien, vendiendo a tope…
-Eso me gusta, ponme con el encargado.
-No está, acaba de irse al banco.
-Cuando regrese dile que mañana...déjalo, ya le llamo yo al móvil, gracias.

Al cabo de una hora, el encargado regresa del bar, se me acerca y me dice:
-¡Jo!, Acabo de ver a las alemanas de anoche, con el resacón, y todo y no veas que marcha …
-Ha llamado el JZ.
-¿Qué quería?
-No sé, me ha dicho que te llamaría al móvil.

En ese instante le suena el móvil con la sintonía megapolifónica de “Amigos para siempre” de Los Manolos.

-Buenos días, JZ, si.. si…, ¿el qué? ¿el parte de siniestro? si, si, ya lo envié…
(Nota: El parte de siniestro del Megane al que el tren de lavado rompió un spoiler el mes pasado todavía no está ni rellenado.)
-¿Cómo? …sí, sí, ya vino el chico de CLH y se lo miró… le faltó una pieza, mañana la envían y el lunes…
(Nota: el chico de CLH nunca vino a reparar el surtidor porque el encargado se saltó el protocolo correspondiente y simplemente le llamó por teléfono con el mismo tono de compadreo de siempre.)
-¿El qué? si, si, ya lo devolví a Logista.
(Nota: Las seiscientas latas de berberechos Miau y los novecientos Lacasitos que nos envió Logista por error de ellos todavía siguen ahí.)
-¿Cómo?... ¿mañana? vale…, ¿te vengo a buscar al aeropuerto?... ¿no?, vale, vale, …sí, sí, tu vete al mostrador de Europcar y di que vas de mi parte, ¿el qué? no, no, te darán un Qashqai por el precio de un Micra, como siempre.
(Nota: esto es lo único cierto.)
-¿Cómo…? ¿El cuadrante? Si, si, lo tengo hecho… vale, vale, bien, hasta mañana.

Corta el móvil y me mira con cara de circunstancias.

-¿Qué ha dicho? (Le pregunto.)
-Que viene mañana. (Me responde.)

Se sucede un lapsus de silencio sepulcral y entonces me pregunta:

-¿Cómo están los tickets?
-Con lo de hoy 837,65 euros
-¿No hemos recuperado nada?
- Nada.

.