Permítanme que me presente: Me llamo 8 Estrellas y soy un ex-empleado de Campsared que descubrió este blog por casualidad mientras navegaba por la red. Durante unos días estuve germinando una idea y así nació la decisión de dejar un testimonio electrónico acerca de mi paso por la empresa, y qué mejor lugar, que este digno espacio virtual para ello, me dije. Decidí serializar mi aventura en forma de amenos relatos, pues es mucho lo que hay por contar aunque no lo haga todo para no alargarme demasiado.
Cuando pienso en esos maravillosos años de servicio (si, si, lo digo en serio, ”Maravillosos”), pues no se me olvidará jamás la bocanada de aire fresco que supuso para mí en aquel entonces el ingreso en tan solvente y prestigiosa empresa. Al principio mis allegados no comprendieron esa decisión mía de convertirme en gasofa, lo veían como una extravagancia, como quien se rebaja un escalón, o dos. Ellos ya sabían que un servidor era un poco buscavidas, una especie de cazador de pieles al estilo de aquellos colonos, que lo mismo encontraban su porvenir en lejanos páramos o en quiméricos yacimientos de oro, y a mí me atrajo eso del petróleo en una estación recién construida, aunque me consideraba más como un coleccionista de nuevas experiencias o algo así.
Puede que alguien me reconozca simplemente hilvanando todos los hechos que se narren, no pido perdón si he ofendido a alguien, pero sí pido disculpas en todo caso, si mis anécdotas llegan a aburrir a alguno. No pretendo iniciar ningún manual de supervivencia con mi bitácora, aunque me permitiré explicar alguna que otra maniobra “no autorizada”, aderezada con un poquito de “malas prácticas”, todo ello efectuado con la única finalidad de poder vivir un poco mejor. Campsared no me devolverá esos años, pero si lo narrado ha de servir al menos para prevenir a quienes piensan que algún día heredarán su centro de trabajo, lo celebraré. De todos modos, mi intención principal es que pasen un buen rato leyendo mis textos, aunque no me corresponda juzgar con qué fuerza o éxito.
Pero, por favor, no se queden ahí, sírvanse una cerveza y pasen… pasen y lean.
3 de diciembre de 2011 19:52
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